Hoy comparamos experiencias...
El día de hoy un compañero de clase ha expuesto su experiencia en el C.E.I.P La Navata, situado en Galapagar, Madrid.
La página web del centro es ESTA.
En esta sesión el profesor le pidió a mi compañero que elaborase una presentación para comentarnos su experiencia, y estas son algunas de las conclusiones a las que he llegado tras compararla con la mía:
En primer lugar, la situación del centro, esté en el centro de Madrid o en las afueras en el peor barrio del mundo, no define lo que hay dentro del colegio. Siempre nos guiamos por la imagen exterior que nos muestran las cosas y muchas veces nos equivocamos guiándonos por las apariencias.
En mi caso fue debido a la situación del centro (ya que mi colegio, CEIP Pintor Rosales, estaba situado en Chamartín frente al Auditorio Nacional, una muy buena localización) por la que yo escogí mi centro y la experiencia ha hecho que no quiera volver a ir a ese colegio.
En segundo lugar, la innovación en el método de enseñanza, la motivación al alumnado en el día a día y la flexibilidad horaria dependen totalmente del centro, de la predisposición del profesorado y de las familias, como hemos comentado en clase.
Estos tres pilares deben estar únicos para crear un ambiente idóneo para todos, y sobre todo para los niños y niñas del centro.
En base a mi experiencia he de decir que los métodos de enseñanza pocas veces se desviaban hacia algo "novedoso" y fuera de lo común, aunque el centro desde el punto de vista del profesorado y jefatura se nos mostró desde un principio como uno muy moderno en sus métodos e ingenioso en el día a día.
Y además, destacar en este punto la relación entre el profesorado y las familias, que era bastante inestable y dejaba mucho que desear. Esta conclusión la pude tener cuando los profesores hablaban de las familias como algo con lo que era mejor no comunicarse ni compartir opiniones, ya que afirmaban que hablar con la familia sobre algo que no les gustaría escuchar acababa en discusión o generaba mal ambiente y preferían hacerlo lo mínimo.
En tercer lugar, coincidí con mi compañero cuando nos comentó la relación con los alumnos, sus sensaciones con ellos y cómo se sentía al trabajar junto a ellos, ya que en mi experiencia el alumnado en su totalidad ha sido la mejor parte sin lugar a dudas.
Asimismo, esta buena relación establecida con ellos y el buen ambiente que se generó me incrementaba las ganas de entrar al aula para ayudarles en lo que estuviera en mi mano. Es algo que jamás cambiaría de mi experiencia.
Sin embargo, la relación con el profesorado no se pareció a la comentada anteriormente con los alumnos. Desde un principio los profesores de mi colegio se mostraron distantes con el alumnado de prácticas en general y esta sensación continuó hasta el final de las prácticas, aumentando la incomodidad ciertos días sin desaparecer ni uno solo.
Finalmente, el compañero nos comentaba que debido a su magnífica experiencia él no cambiaría nada, pero le gustaría tener una un tanto más desfavorable para poder compararla con esta primera.
En mi caso es al contrario, en estas prácticas he logrado tener una experiencia que me ha ayudado a ver todo lo malo que no quería ver ni vivir en este período, pero sinceramente creo que me he logrado enriquecer aún más que con esta que con una experiencia totalmente idónea.
Por lo que, el año que viene, sí me gustaría vivir una experiencia como la que mi compañero nos ha compartido.
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